Hoy en día todo el mundo conoce los
personajes de la editorial de comics Marvel gracias a las películas de su
productora y al merchandising que las acompañan. Superhéroes como el Hombre de
hierro (perdón, Iron man), Lobezno o el Capitán América forman parte ya del
acervo cultural de nuestros jóvenes.
Pero no era así hace cuarenta años cuando lo
popular eran los tebeos de Mortadelo o el Capitán Trueno (¡que, por supuesto,
también leía y coleccionaba!) y llegaban a España los primeros números de
colecciones de comics como La
Patrulla-X (X-men), Los Vengadores o Los Cuatro Fantásticos. Eran comics en blanco y negro, editados por Ediciones Vértice en
formato de un poco mas de medio folio de tamaño, con unos dibujos horrorosos en
la mayoría de los casos. Sin embargo las portadas tenían títulos
espectaculares: “La muerte del profesor-X” o “La caída de los mutantes”.
Títulos que te hacían soñar. Espero que el título de este post esté a la altura
de ellos: “¡Muerte térmica!”.
Como dije en el anterior post una de las leyes básicas de la naturaleza es
que en todo proceso natural la entropía (que mide el desorden) aumenta. Esto no
significa que el orden no pueda aumentar en alguna parte, significa que el desorden del universo debe aumentar.
Fijémonos en la vida: las plantas convierten agua,
sales minerales y dióxido de carbono (mas energía luminosa) en compuestos
químicos y estructuras altamente complejas y ordenadas. Y los animales utilizan
estas estructuras para fabricar otras aún mas complejas, ordenadas y
maravillosas. ¡Qué enorme aumento del orden!. Pero.. ¿Se viola la ley
anterior?. No, el orden que observamos en la vida queda ampliamente compensado
con el enorme aumento del desorden que sufre el Sol al expandir a su alrededor
materia y energía (que antes estaba mas ordenada dentro de él). La entropía del
universo aumenta a pesar del orden que la vida consigue.
Otra forma
de expresar lo anterior es decir que la energía del universo debe estar
distribuida de manera más uniforme. Piensen en el gas del que hablábamos en el
post anterior. Hay mas estados desordenados que ordenados, pero dichos estados
se corresponden con una distribución de su energía mas por igual en el espacio:
al estar todas las partículas del gas ocupando un espacio mayor, toda la
energía que contienen se esparce por él, en lugar de estar concentrada en un
espacio mas pequeño.
Si miramos al universo actual veremos que hay
mucho orden. Su energía está muy concentrada en soles y galaxias. Pero los soles
mueren y explotan: su energía concentrada se distribuye en el espacio de su
alrededor de manera mas uniforme en
forma de luz y calor. En algunas partes puede que el proceso se invierta
localmente: una nebulosa se comprime y genera una nueva estrella. Pero esta concentración
energética se compensa ampliamente con la disipación en el resto del universo.
Y cada vez es mas difícil que ocurran estos
procesos de concentración pues el universo se expande: el espacio que contiene
aumenta y la distancia entre la materia (soles, galaxias, polvo estelar, átomos
de hidrógeno libres) es mayor, dificultando la formación de nuevos soles.
Por eso si el universo sigue expandiéndose (y hoy
en día los datos parecen apuntar claramente a que lo seguirá haciendo para
siempre e incluso de forma acelerada) se terminará parando la formación de
nuevas estrellas y galaxias. Los soles morirán y dejarán estrellas enanas
blancas (que brillarán muchísimos miles de millones de años) que terminarán por
enfriarse cediendo su calor al espacio de alrededor, estrellas de neutrones que
se enfriarán hasta la temperatura del espacio que la rodea o agujeros negros
que cederán su energía en forma de calor a su alrededor y desaparecerán.
Y al cabo de mucho, muchísimo tiempo, el universo
será un mar inmenso de espacio vacío cada vez mas frío, salpicado aquí y allá
por alguna concentración de masa muy fría. El tiempo pasará y el universo sólo
será energía en forma de calor cada vez distribuida de una manera mas uniforme
y fría.
Un universo sin alma, muerto de frío, térmicamente
muerto.