El
Coronavirus acaba de saltar de una especie animal al hombre, razón por la que
nadie tiene anticuerpos para combatirlo, lo que se traduce en que toda persona
infectada desarrolla una carga viral y se convierte en nuevo foco de infección.
Por eso la elevada capacidad infecciosa. No pasa lo mismo con la gripe, para la
que hay una masa de personas que ya la han pasado y que aunque alguien resulte
infectado no se convierte en nuevo foco.
La conclusión es que el da 4 de marzo ya
teníamos certeza de que la curva era una exponencial y que el virus no estaba
controlado. En esa fecha ya se debería haber tomado decisiones para disminuir
R0. Que el gobierno alentara las manifestaciones del día de la mujer fue una gravísima
irresponsabilidad, ya que aceleró la propagación del virus, aumentado el valor
de R0, por concentración masiva de personas. Y hoy la comunidad de Madrid lo
está pagando en número de vidas.
La velocidad de expansión del virus depende
de varios factores pero se mide por el llamado valor R0, que es el número
promedio de personas infectadas por otra ya infectada y el tiempo medio que
tarda una persona en poder contagiar a otra.
Para el coronavirus el R0 inicial es en torno
a 2,7, un valor alto, y el tiempo promedio es de 5-7 días. Esto significa que cada 6 días el número de
infectados se multiplica por 3. Esto es 1, 3, 9, 27, 81, 243, 729, 2187, 5461,
19.683…. En menos de dos meses. La gráfica resultante se denomina en
matemáticas una curva exponencial. Por eso es muy importante reducir el valor
R0 para contener la rapidez de la expansión.
Podemos predecir qué va a ocurrir siguiendo el
modelo SIR, dónde S son “susceptibles” (toda la población en nuestro caso), I
son “infectados” (con o sin síntomas, pero que son foco de infección) y R son
“recuperados” (personas curadas o que han superado la enfermedad y que dejan de
ser foco de infección, al no desarrollar desde ese momento carga viral suficiente
para infectar).
Dado que los síntomas son leves, el
objetivo debe ser evitar que la curva crezca muy rápido a fin de no colapsar el
sistema sanitario. Esto es, que el paso de I a R sea lento, porque si es rápido
no habrá suficientes medios para todos y muchas personas que podrían salvarse
morirán por falta de atención adecuada.
Y esto implica cambiar R0. Si R0>1,
entonces la pandemia progresa, pero si R0<1, entonces la pandemia se asfixia
y termina por desaparecer. Esto no significa que el virus muera, significa que
ganamos tiempo para atender ahora o mas
adelante a los enfermos con mas medios o incluso armas específicas, evitando
muertes.
Los factores que afectan a R0 son las
características propias del virus, las condiciones medioambientales
(temperatura y humedad) y la probabilidad del contagio debido a la densidad de
personas y a su comportamiento higiénico.
Sobre el primero no podemos actuar. Sobre el
segundo, es de esperar que el virus se comporte como los demás virus
respiratorios y se alcance el pico máximo en primavera y desaparezca en verano.
Pero esto es una suposición, no una certeza. No podemos esperar que la diosa
Fortuna trabaje para nosotros.
Así que resulta imprescindible actuar
sobre los otros factores: higiene y evitar el contacto entre personas. Dado que
la curva es una exponencial, la tardanza en tomar esta medidas se traduce en un
número enorme de contagiados… y muertos claro.
Además hay que tener en cuenta que el
número de casos confirmados es muy inferior a los contagiados, ya que muchas
personas pasan la enfermedad sin síntomas y necesitan de 15 a 25 días para
pasar de I a R. Días que están contagiando. Algunos autores indican que puede
ser una relación 9:1 infectados:casos positivos. En esencia, el valor real de I
es muy superior a los casos positivos de coronavirus, que son los que nos dan
en las gráficas. Por eso la más mínima sospecha de una curva exponencial en
base a casos positivos, es seguridad de que ya la curva es exponencial en
valores de I.
El que la curva parezca muy plana al
principio no debe confundirnos: sigue siendo una exponencial, es un efecto
debido a la escala (cuanto mas alto el final de la curva, mas plana nos parece
al principio). Pero es que si representamos los valores de infectados en una
relación modesta 7:1 infectados:positivos, nos aparece en toda su claridad la
curva exponencial.
Pero además se tomaron decisiones que
condujeron a diseminar el virus por toda España (éxodo de madrileños hacia las
playas). Dos días antes les decía a mis alumnos que deberíamos hacer como
Italia y que veríamos el ejército en las calles. Hoy se ha cumplido la profecía
con la UME desplegada en grandes ciudades.
¿Y qué podemos esperar?. Los expertos dicen
que no se pueden hacer cálculos precisos. Correcto pero como poder, podemos
hacerlos. Hagámoslos.
En los últimos 8 días y, tomando como
referencia el dia de la mujer (ese día que “no pasaba nada para no celebrarla”),
el ritmo de positivos es el doble cada dos días (589, 1639, 3004, 6252 en el día
de ayer). Este es un ritmo muy elevado, que además fue propiciado por las manifestaciones.
Supongamos un ritmo mas bajo: duplicación cada tres días. El ritmo de positivos
será de 12.000 para el martes (dia 17), 24.000 para el viernes (día 20), 48.000
para el lunes y 96.000 para el jueves
dia 26.
Esa es la estimación para el comienzo del
aplanamiento (en China tardaron esas dos semanas y media). Ojo, positivos declarados, porque si no
hacemos test, habrá positivos que no cuenten en ese valor.
Estos datos se estiman si seguimos el actual
ritmo de crecimiento. Si somos benignos y suponemos que empezarán a crecer al
ritmo de Italia (duplicar el número de positivos cada cuatro días) la
estimación será de unos 37.000 casos
positivos.
Al final (siguiendo el ejemplo de China) podemos
terminar en torno a los 70.000 casos.
En Sevilla, a un ritmo de duplicar cada 3
dias, estaremos en unos 900 casos con el control de la pandemia.
Creo que son cifras lo suficientemente
altas como para seguir las instrucciones:
QUÉDATE EN CASA