HUMOR CIENTÍFICO

HUMOR CIENTÍFICO
¿Con qué se cura la anemia? Con Fe

FRASES CÉLEBRES (DE CIENCIA)

"Locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener diferentes resultados" A. Einstein

lunes, 20 de junio de 2016

ANATOMIA DE GREY

Lo reconozco: estoy enganchado a Anatomía de Grey. Me han instalado la fibra óptica y voy ya por la quinta temporada (y son un montón de episodios). Lo que mas me llama la atención es la competitividad y el ansia de trabajar las horas que sean y a hacer lo que sea de los médicos residentes para aprender y ser los mejores. Incluso hay un capítulo en el que se operan entre ellos sin permiso del hospital y casi de cualquier manera.
Sí, ya sé que es ficción, una exageración y demás… pero es una muestra de que el ansía de aprender y el esfuerzo personal es el camino para conseguir lo que hoy llaman la excelencia. Y está claro que los centros educativos privados de los Estados Unidos es lo que venden: excelencia a golpe de talonario y exigencia.
Antes también en los centros educativos andaluces se vendía excelencia. Hoy se vende equidad, lo que significa que todos los alumnos deben conseguir los objetivos marcados. Muchas veces no importa qué objetivos, sólo importa que todos lleguen a ellos. Es como si a los equipos andaluces de primera división se les exigiera que todos los chicos que se presenten a las pruebas de selección tengan que acabar jugando en el primer equipo: el resultado cierto será un equipo mediocre que descenderá a segunda, donde los buenos jugadores no mejoran todo lo que podrían.
Quizás me equivoco. No sé.
Miércoles a cuarta hora. Estoy de guardia y falta la compañera de francés. Me dan un examen en francés para que lo hagan los alumnos de un tercero bilingüe. Es un tercero bueno (eso me dicen, pues yo no los conozco).
Entro en la clase y hay un guirigay grande, algo normal en una clase después del recreo y en pleno mes de junio. Pasan tres minutos y yo no existo (a fin de cuentas no soy su profesor). Pego un grito y me miran (lo que aprovecha un alumno de otra clase para salir disparado hacia la suya, antes de que me de cuenta y se lleve una bronca).
- La profesora de francés ha faltado. -digo- Así que colocaros para hacer el examen.
Hay algunos que reaccionan, pero la mayoría permanece en sus asientos, uno al lado del otro en mesas de dos.
- Así no se puede hacer el examen. -insisto- Separad las mesas y poneros uno enfrente del otro en la mesa.
Ni flowers. Nadie mueve un músculo. O no me han entendido o (lo mas probable) se hacen los sordos.
- Cuanto mas tardéis -informo en tono amenazante- menos tiempo tendréis para el examen.
Deciden perder quince minutos en total. Incluso tengo yo que mover alguna mesa, mientras el alumno sentado en ella me mira con cara de no entender nada.
Reparto el examen (¡por fin!), me siento y empiezo a leer mi libro sobre la relatividad (Einstein y eso, ya saben). Pasan cinco minutos, levanto la cabeza y ¡nadie está escribiendo!.
- ¿Pasa algo?- pregunto.
-Es que no sabemos lo que hay que hacer- contesta alguien.
- Pero en el examen pondrá lo que hay que hacer, digo yo.
- ¡Pero es que está en francés!- dicen varias voces a coro.
- Normal -contesto con sorna- es que se trata de un examen de francés.
- Pero la profesora nos explica lo que hay que hacer en el examen.
Esto último me pone de los nervios.
- La profesora no está. ¡ Y no me puedo creer que no ponga en el examen lo que hay que hacer! -digo, ya claramente enfadado.
- ¡Pues yo no entiendo lo que hay que hacer!.
- Ni yo- dice otro.
- Yo tampoco- salta otra alumna.
Los miro fingiendo cara de pena.
- ¿De verdad me tengo que creer que alumnos que llevan tres años estudiando francés no son capaces de saber lo que hay que hacer en un examen cuando yo,que no tengo ni puñetera idea de francés, seguro que lo leo y sé que hay que hacer?-
Ya me miran con atención (un tanto a mi favor).
- Y que conste que empleo la palabra “puñetera” sólo porque es el lenguaje que ustedes usan y “me se“ entiende mejor. -risas entre el público- ¿Que no?, pues ya verán ustedes. - Lanzo mi farol.
Así que cojo el examen de manera exagerada y lo estudio unos instantes generando expectación.
- Contesta al correo electrónico y da tu opinión- les espeto mientras le señalo con el dedo.
- Y, y ahora los vais a flipar, -digo con el dedo en alto- ¡no se te olvide usar los conectores!- les arrojo triunfante.
Aprovecho las caras de asombro para entrar a matar.
-¿Ven ustedes como si se quiere se puede?. Si yo, que les recuerdo que no tengo ni idea de francés ,mas allá del “oui monsieur, oui madam”, soy capaz de hacerlo, ¿porqué ustedes no?.
- Ustedes saben mucho francés. De hecho saben más francés del que imaginan. Sólo es cuestión de intentarlo. ¿no les parece?. - les insisto entre condescendiente y paternal- Así que no se hagan los torpes y al examen.
Y allá que se ponen a hacer el examen, menos uno que se queda dormido sobre su mochila con el examen vuelto cara a la mesa y que se niega a hacer nada.
Lo que me lleva a reflexionar sobre el hecho de cómo explicar que alumnos buenos que llevan tres años estudiando francés ni se molesten en leer el examen. Porque, aquí entre nosotros, no hace falta saber francés (del que no sé nada) ni ser ningún genio para traducir algo así como ”donne tu opinnion o contes de correur”.
¿Cual es la causa?. Tengo una respuesta sencilla. Y las respuestas sencillas, como decía Ockham, suelen ser las correctas. Llevamos años quitando a los alumnos la responsabilidad de lo que hacen. Si algo va mal siempre hay alguien que soluciona el problema. Siempre hay alguna causa externa al alumno que explica su error. Siempre hay alguien encima del alumno, sustituyendo su responsabilidad, su esfuerzo, por el de un adulto.
Piénsenlo bien. Antes un alumno de primero de ESO con faltas de ortografía podía ser suspendido en lengua (fundamentalmente) por ello. Y el alumno se esforzaba mucho por evitarlas, con lo que en segundo de ESO las faltas desaparecen. Pero ahora hacer eso es "penalizar al alumno" y no se puede hacer. En vez de ello, se pretende que todos los profesores se esfuercen en controlar todas las actividades del alumno, que deben de escribir muchas fichas de ortografía de cada falta. Y sin penalizaciones. Resultado: los alumnos llegan a bachillerato con faltas de ortografía y los que no llegan ni les cuento.
Si el alumno no pone el despertador y su padre no lo despierta, éste aduce frente al profesor que la culpa es .....de su padre por no despertarlo. Si se suspende física puede haber explicaciones varias tipo se me da mal, el libro es muy malo, se ponen ejercicios que no han hecho antes, esto es muy difícil y no lo entiendo y nadie me lo explica en casa etc. Siempre causas ajenas a su voluntad.
Ocurre lo mismo en la sociedad: está prohibido vender y servir bebidas a menores de 18 años.... pero si los menores deciden beber, el ayuntamiento les pone botellódromo gratis con servicios de policía (para que no se peleen) y ambulancias (por si deciden emborracharse mas de la cuenta), para que beban a gusto. Y si pasa algo, con multar al padre va que chuta.
Y claro los chavales cada vez tienen menos autonomía personal y menos capacidad de aprender por sí mismos. Los profes lo sabemos, lástima que el resto del mundo parece no saberlo.
Post data: El post está dedicado a esos alumnos de francés que quizás el año que viene sean mis alumnos. Espero que tomen buena nota de él.

lunes, 6 de junio de 2016

UNA SEMANA INTENSA

Los Pedagogos no dicen “enseñar”, hablan de “proceso de enseñanza-aprendizaje”. Se supone que lo dicen porque el profesor enseña y el alumno aprende. Correcto, pero incompleto. Si bien es cierto que lo normal es que el flujo del conocimiento vaya del profesor al alumno, creo firmemente que para ser un buen profesor debe haber momentos en los que el flujo se invierta y tú aprendas de ellos, o de las situaciones que se dan con ellos.
No soy tan obtuso como para pensar que todos los días un alumno te enseñe algo, pero no debemos ser tan cerrados como para creer que un chaval de 16 o 18 años no puede aportarte nada.
Un ejemplo: hay preguntas en clase que te hacen dudar, que te hacen pensar. Siempre parece que sales airoso en el aula (a fin de cuentas tu eres el profe y sabes mucha física, y ellos saben menos, aceptan tu autoridad y no son conscientes de la trola improvisada que puedes largar para salir del apuro). Después estudias, piensas y profundizas en el tema; de manera que acabas sabiendo más física y siendo mejor profe. Porque si eres sensato se lo cuentas al día siguiente entonando un "mea culpa" y así les enseñas más física y más ciencia (siempre la razón la tiene la realidad y no la autoridad).
Bueno pues esta semana ha sido especialmente intensa en este capítulo de aprendizaje inverso. Ha sido la semana de los exámenes finales de segundo de bachillerato, entrega de notas y diplomas y cena con los alumnos. Y se generan situaciones en las que caen algunas barreras y en  las que puedes comprobar si tu trabajo y el de tu centro es bueno o no. Y esto es una oportunidad de aprendizaje, creo, para todos nosotros.
Ha sido una semana en la que he tomado decisiones duras y he tenido que explicarlas. Decisiones muy difíciles que implican una gran responsabilidad, pues hay mucho en juego y no para mí precisamente. Ha sido esa semana en la que los alumnos de segundo de bachillerato, tras años de esfuerzo conjunto, ya no son mis alumnos y nada los obliga a ser amables conmigo o con el resto de profes. Y sus palabras y gestos te pueden servir, si quieres verlo, para mejorar como profesor, apreciando que te muestren (muchas veces sin saberlo) aciertos y errores.
Y ahora que se van, es el momento adecuado para recordar y reconocer algo de lo que te han dado:
Gracias, Laura, por tus palabras de la cena y por afearme tan amablemente mi vagueza a la hora de no escribir más en este blog. Acepto tu regañina y sé que podría haber escrito más post. Prometo aplicarme, pero te cojo la palabra y espero tus comentarios.
Pablo, Cristina, Macarena, Estiven, Pedro y alguno que otro: no os he puesto sobresaliente pero sois sobresalientes en esfuerzo. Yo, que he sido vuestro profesor otros años y sé vuestro origen, aprecio vuestra enorme progresión e imagino lo que os ha costado llegar a vuestra nota. Eso me dice que quizás he hecho bien mi trabajo.
Gracias a los alumnos de la mesa de la cena por el buen rato que pasamos. A veces se tiene la tendencia a pensar que los alumnos más brillantes y con los que más has hablado, son los que más van a venir detrás tuyo cuando todo acaba. Vosotros, que me rescatasteis de la mesa de los profes (al menos eso creíais), me demostrasteis que esto no es así y eso que algunos de vosotros y yo todavía tenemos una cita pendiente en septiembre. Un cambio de  perspectiva  siempre viene bien.
Agradezco a Pablo que haya seguido mis consejos hasta el infinito. Sus exámenes y los míos serían almas gemelas. Si tú eres el mejor expediente de ciencias, eso significa que mi forma de hacerlos es buena y mi orientación la correcta. También ha conseguido que yo sea más paciente con las preguntas de los alumnos, él que es una catarata incontenible de preguntas.
Gracias Paula por entender mis razones para tomar esa decisión tan difícil para mí y para ti. Espero que el tiempo me dé la razón, pero también te pido que sepas perdonarme si me he equivocado.
También reconozco mi deuda con esta promoción de ciencias. Su actitud me ha animado a trabajar mucho. Hacer los guiones me ha supuesto un gran esfuerzo, pero al hacerlo, he avanzado en el conocimiento de los temas que imparto; así como en la mejor manera de transmitirlos. No podría haberlo hecho sin saber que mi esfuerzo sería recompensado con el vuestro. No podría haberlo hecho sin vuestro reconocimiento hacia mi trabajo. Yo así lo he sentido y así lo manifiesto.
Y gracias a todos los alumnos, porque viendo vuestro comportamiento con nosotros en la cena se deduce que el Llanes es un buen centro educativo; que consigue el dificil equilibrio entre un buen nivel académico y un buen desarrollo personal, llevando a la universidad a buenos estudiantes y mejores personas.
Ahora, como dijo nuestro director en la graduación, vais a empezar una nueva y maravillosa etapa. Creedme si os digo que no sabréis apreciar lo maravillosa que es hasta que no pasen los años y os hagáis mayores de verdad. Una etapa en la que forjareis grandes amistades, pues vais a estar rodeados de mucha gente con vuestras mismas inquietudes. Será un tiempo de diversión y estudio o estudio y diversión, lo mismo da. Pero siempre acordaros de nuestros consejos, pues os ayudarán en el viaje que os espera.
Suerte a todos en vuestros proyectos, tanto los más próximos (selectividad, septiembre) como los futuros.




martes, 23 de febrero de 2016

Aníbal en Cannas



       Ayer tuve una clase divertida en cuarto de ESO. Tan divertida que, no recuerdo cómo, terminé mencionando a Aníbal.
-         ¿Y ese quién es?- preguntó un alumno.
-         Desde luego que poca cultura…- contesto con sorna y una sonrisa en los labios.
-         A mi suena de una peli- dice otro.
            A saber de qué peli le sonará a éste, pienso para mi mismo.
-         Aníbal- digo- fue el general cartaginés que cruzó los Alpes  con los elefantes y derrotó a los romanos en la batalla de Cannas.
-         ¿Qué es eso de una cana?- salta el alumno.
Así que hablo un poco de Aníbal y les digo que es una historia muy interesante. Me pican para que la cuente pero yo no muerdo el anzuelo, ya que su intención es perder la clase de física que es mucho mas aburrida, dónde va a parar. Así que les prometo escribirla en el blog.
Corre el año 221 aC. Aníbal Barca se hace elegir jefe del ejército de Cartago en Hispania. Ha mamado desde pequeño el odio hacia Roma que su padre Amílcar Barca (Baraq, el rayo) le ha inculcado. Un  odio que nace del convencimiento, labrado a sangre y fuego durante la primera guerra púnica, de que Roma sólo entiende un lenguaje: morir o vencer. Roma pierde una, dos, cien batallas pero siempre gana la guerra.
Así que Aníbal prosigue la tarea de su padre: la conquista definitiva de Hispania y el restablecimiento del poderío militar y económico de Cartago. Pero una ciudad amiga de Roma se le opone. Es Saguntum y su toma, a pesar de las advertencias romanas, es el comienzo de la segunda guerra púnica. Guerra que Aníbal sabía que terminaría por llegar.
Los romanos pensaban ganar la guerra de forma fácil trasladando dos poderosos ejércitos: uno a África para atacar Cartago y otro a Hispania para endentarse a Aníbal.  Pero Anibal tiene otros planes: en una decisión táctica y estratégica genial, decide pasar con su ejército atravesando los Alpes en octubre de 218 aC, lo que parecía imposible en esa época del año. Tiene muchas pérdidas pero se presenta en territorio galo-romano, liberando tribus e incorporando guerreros galos a sus filas, lo que le permite recuperar las terribles pérdidas del paso alpino.
Cuando llega a Italia derrota a los ejércitos romanos en tres batallas consecutivas: Ticino. Trebia y lago Trasimeno. Sus victorias fueron tan contundentes y su prestigio tan grande que durante dos años Roma solo se dedicó a hostigar a Aníbal, evitando una batalla frontal pero observando impotente la devastación de su territorio.
Por fin, en agosto de 216 aC Roma conjuró el mayor ejército que jamás había puesto en un campo de batalla:  87.000 hombres y caballería, lo mejor de la república romana (hasta entonces legiones  imbatibles)  perfectamente armados. Aníbal se les oponía con unos 50,000 hombres, muchos ellos galos poco fiables y disciplinados.
La batalla tuvo lugar en Cannas un campo cerca de un rio. Los romanos pusieron a su infantería en el centro ocupando una extensión de kilómetro y medio, formando filas muy profundas en hombres, y dos destacamento de caballería en los extremos. Aníbal opuso una infantería en el centro con los galos delante y los veteranos fiables detrás, con un doble objetivo: evitar la huida de los galos (y el hundimiento del ejército y su posterior destrucción) y poder moverse hacia los extremos. Su caballería pesada (mas potente) se opuso a la ligera romana y su caballería ligera númida a la pesada romana, confiando en la habilidad de los númidas para contener a la poderosa caballería romana.
Al comenzar la batalla, el centro romano atacó a los galos de Aníbal que se fueron retirando poco a poco, mientras que los extremos del ejército de infantería se mantenía firme con algunos veteranos. Con el tiempo la línea cartaginesa se convirtió en una media luna hacia afuera mientras los veteranos de Aníbal se trasladaban poco  a poco hacia los lados, reforzándolos y alargando la media luna, formando un semicírculo.
Mientras tanto la caballería númida contenía a la romana y la caballería cartaginesa destroza a la ligera romana, quedando libre para atacar a la pesada romana por la espalda.  La huida de los jinetes romanos permitió a la caballería cartaginesa rodear por la espalda a las legiones romanas, que quedaron atrapadas entre la media luna de los hombres de Aníbal y sus jinetes. La infanteria estaba tan junta dentro de la bolsa que los hisotriradores antiguos decían que los legionarios no podian ni alazar sus escudos. Después la carnicería: unos 70.000 romanos muertos
Cannas está considerada la mayor obra de arte bélica de la historia y a Aníbal el mayor general. Lástima que de ella consiguiese escapar vivo un joven que mas adelante consiguió la derrota definitiva de Cartago y su gran general.. pero ésa es otra historia.

martes, 22 de diciembre de 2015

A christmas carol

13 de diciembre, domingo, veo con mi familia “El grinch que robó la Navidad”. Hoy reparto notas en cuarto de ESO.
      Clara ve su nota y llora. ¿Cuánto tiempo hace que no veo llorar a un alumno?, me pregunto. Veo una oportunidad para acercarme al grupo y ganarme un poco mas su confianza ( y si puedo ayudar mejor, que tampoco soy de piedra pómez).
  • A ver, criatura. –le digo – ¿qué te pasa?.
  • Es que voy a suspender la asignatura porque no puedo venir a la recuperación.- me contesta entre pequeños silbidos- Tengo que ir al médico.
  • ¿Y no puedes cambiar la cita?.
  • No. ¡Imposible! - me contesta.
¿Cómo encontrar un argumento que me permita ayudarla sin ser injusto con los demás?.
  • ¿Y a qué hora dices que es la cita?- le pregunto.
  • A las once.
  • Perfecto.- digo- Haces el examen antes y después te vas. Pero no vayas a decirle a los demás las preguntas del examen antes de irte, eh!- le apunto con un dedo y cara seria.
Y allá que se va ella feliz a reunirse con sus amigas, que esperan para consolarla. Así que yo también salgo feliz de la clase. Y más todavía cuando sigo repartiendo notas en segundo de bachillerato. Voy por el pasillo con la sonrisa en los labios porque llevo una nota especial enterrada en el montón de exámenes de química.
Porque a veces ocurre que hay plantas que tardan en florecer. Sólo hay que esperarlas con paciencia, abonarlas con esmero casi sin que se den cuenta de que lo haces. Y trabajar, trabajar mucho: ponerles música si crees que eso les ayudara a crecer, hablarles y decirles muchas veces que pueden hacerlo, que pueden crecer. Y decirles siempre la verdad, bajito, pero siempre la verdad, tanto si te interesa hacerlo o a ella escucharla como si no.
Así que entrego el examen y busco de reojo la reacción. Reacción que supera mis expectativas: el alumno se emociona tanto que consigue que me emocione yo (aunque trato de no aparentarlo, no se si con éxito total o parcial).
Y como en la peli del Grinch, cuyo corazón creció tres tallas mas cuando comprendió lo que significa la navidad, así creció mi confianza en lo que hago y mi convicción en por qué lo hago. Porque el éxito del alumno y su crecimiento es tu éxito. Porque no va a haber otro reconocimiento a tu trabajo que no provenga de tus alumnos. Y mas si la flor tarda en aparecer.
Sin embargo en una torre de babel de palabras esotéricas y oscuras, los pedagogos de salón que no de aula, gritan contra nosotros a una sociedad que sólo desea escuchar palabras lisonjeras que carguen sus culpas en otros hombros.
Ellos y los políticos que escuchan sus cantos de sirena querrán cambiar sistemas educativos para que se parezcan a aquellos que tienen otras sociedades, dueñas del frio y la oscuridad, con esos superprofesores que aquí, al parecer, no existen. Escribirán libros blancos llenos de referencias bibliográficas en inglés, pero que terminan en obviedades vacías, huecas. Ideas nunca probadas en nuestras aulas, con sus demonios particulares, a los que ellos nunca se han enfrentado y nunca lo harán: a fin de cuenta los dioses sólo observan desde sus Olimpos particulares, castigando a los prometeos que roban el fuego que calienta el frío de la educación real.
Y mientras tanto los profesores reales que trabajan en las aulas reales seguirán trabajando calladamente por sus alumnos. Haciendo cosas como formar un coro con ellos. Ensayando juntos en los recreos, empleando su tiempo libre en cantar a las 10 de la noche en un concierto de Navidad. Un concierto precioso con canciones preciosas, siempre preludio de la Navidad en el Llanes.

miércoles, 18 de noviembre de 2015

FABRICANDO AGUA



   Voy a la farmacia a hacerme un análisis de rutina para controlar mi colesterol. Miro con aprensión la maldita máquina que determinará si puedo seguir con mi alegre consumo de alimentos ricos, ricos o debo apretarme el dogal de la dieta (cosa que me horroriza desde que descubrí  la tostada de queso philadelphia light con mermelada de arándanos).
   El veredicto es bueno: 206. Es mas de lo que pide mi médico (menos de 200) pero tampoco me preocupa, porque no tengo otros factores de riesgo cardiovascular (no fumo,  no estoy obeso, no soy hipertenso  y hago ejercicio). Me voy tranquilo porque sólo necesito ajustar un poco la dieta… y no olvidarme de esa pastilla de hierbas que me va genial. Fitoterapia que llaman a esto y que me evita tomar la típica simbastatina con esos posibles efectos secundarios tan horribles (mejor ni mirar el prospecto de ese medicamento pues da un “yuyu” que te mueres).
   Pero el hecho de que una pastilla de hierbas funcione no significa que todo remedio natural funcione, ni que la pastilla contenga compuestos químicos (principios activos se llaman) idénticos a los que se puedan fabricar en un laboratorio (en mi caso licopenos). Cosa que ya sabemos desde los tiempos en los que Wholer sintetizó urea en el laboratorio y demostró que era absolutamente indistinguible de la urea obtenida a partir de orina de cualquier animal.
   Por eso me quedé de piedra al ojear en la farmacia una revista de una empresa dedicada a vender productos homeopáticos, de fitoterapia y otras pastillas de “medicina natural”. 
   Se podía leer frases como “la homeopatía es cada vez mas una referencia mundial que se va imponiendo a la medicina alopática( la de medicamentos) por su falta de efectos secundarios”., “ la homeopatía se basa en diluir varias veces las “cepas homeopáticas”, dando movimientos verticales y vibraciones para homogeneizar las propiedades de la cepa en el diluyente” o “el cuidado primoroso de las cepas y condiciones de fabricación y la esterilidad del proceso garantiza la calidad del producto”.
   Hombre, vamos a ver. Eso de que la homeopatía no tiene efectos secundarios es algo completamente cierto….  por que los productos homeopáticos no tienen ningún efecto, mas allá del efecto placebo;  ese que te hace sentir bien y te ayuda en la curación por el mero hecho de creer que algo te va a curar, aunque te estén engañando y te tomes una pastilla que no contenga ningún medicamento.
   Lo de la cepa homeopática es una  manera oscura y chula de evitar decir “producto químico del  laboratorio”. Igual e indistinguible de cualquier otro producto que encuentras en cualquier laboratorio de cualquier industria, empresa, facultad , etc.  Y podrían decir “sacudir” en vez de movimientos verticales de vibración.  Claro que si lees “sacudir la muestra” t e puedes  mosquear un poco y esto no conviene.  Y por homogeneizar las propiedades en el diluyente quieren decir que las propiedades del compuesto químico “se pasan” al diluyente de forma mágica (la memoria del agua, le llaman los homeópatas).
   Lo del cuidado primoroso de las cepas el algo ridículo, y mas cuando pones una foto de un laboratorio inmaculadamente  limpio con un operario con bata impoluta, guantes de látex y gorrito para el pelo, que vigila con amor unos monos botecitos azules…. que contienen agua destilada (o del grifo, vaya usted a saber) sacudida muchas veces y estéril, eso si.
   Porque si diluimos 25 veces un producto en agua (a veces mucho mas) tendríamos que juntar unas 100 botellas homeopáticas para obtener una sola molécula del producto químico (perdón, cepa homeopática). Y a esas cantidades ni efectos secundarios ni primarios ni de ningún tipo, a menos que cuele la fantástica historia de la memoria del agua.
   Por eso el producto va acompañado de unos sanos consejos para mejorar el efecto de l pastilla. Un ejemplo: para el dolor de garganta recomiendan un producto y tomar mucha fruta (fuente de vitaminas para las mucosas de la garganta), evitar ambientes contaminados y con humos, no fumar, no hablar en exceso ni gritar  y evitar coger frio, abrigando bien la zona. La panacea, oiga.
   Con lo que si sigues los consejos  te curas en tres días el dolor de garganta, con pastillas homeopáticas y sin ellas también.   
   Y si alguien no  me cree no importa que siga con su fe ciega en la homeopatía, ya que daño, lo que se dice daño, la homeopatía no lo hace. El único daño posible es el que se deriva de no acudir al médico en su momento, lo que se puede traducir en una mayor dificultad en la curación cuando la cosa se pone fea (que es cuando los amantes de la homeopatía se acongojan y terminan en los hospitales).

   Y mientras tanto todos nos podemos echar unas risas con el vídeo del enlace. Ugencias Homeopáticas: una divertida parodia

martes, 3 de noviembre de 2015

LA CIENCIA EMPIRICA

       Domingo 1 de noviembre. Llueve en Sevilla. Llueve mucho (estamos en alerta naranja), así que, como no puedo salir, decido hacer algo de ejercicio en mi bicicleta estática. Para no aburrirme me llevo mi libro de Juan Eslava Galán: Historia de la segunda guerra mundial contada para escépticos.
17:45 horas, veinte minutos después, estoy ya a ritmo: tensión 9, 40 km/h. Sudo como un cerdo y leo. Como lo primero no me incomoda y lo segundo me encanta, me siento bien. Cansado, pero contento (buen trabajo el de esas endorfinas). De repente leo una de las historias que cuenta el libro y se me enciende una bombillita: esto es justamente un ejemplo perfecto de lo que quería explicar el otro día en clase de química. Muy interesante (espero) para mi blog.
      Intentaba ese día explicar que la ciencia no solamente avanza a grandes zancadas, con ideas brillantes como las de los grandes genios (Einstein, Newton, esa gente) sino también de forma laboriosa, ajustando cosas aunque no sepamos realmente qué estamos haciendo. El tema viene al hablar de Planck y su hipótesis.
En un post anterior (Génesis) decía que los cuerpos emiten luz por el hecho de tener temperatura. El tipo de luz emitida depende de la temperatura, de manera que cuanto mayor es la temperatura menor es la longitud de onda del tipo de luz en la que se emite la mayor parte de la energía: es lo que se llama la ley de Wien. Los científicos intentaban explicar la gráfica energía-longitud de onda obtenida experimentalmente al estudiar el fenómeno, pero la teoría solo atinaba con la parte de la derecha de la curva.
Para que la curva “cuadrara” bien, Planck emite una hipótesis atrevida y totalmente contraria a lo que se creía en esa época: los átomos no podían emitir o absorber cualquier valor de energía, solo lo hacían por paquetes de energía (un paquete, dos, tres…), siendo el valor de cada paquete E = hυ , donde υ es al frecuencia y h un número.

¿Qué era h?. Planck no tenia ni idea (aunque le dió nombre: constante de planck), solo que al utilizarlo la curva teórica se ajustaba bien ahora a la experimental (ver imagen).




Esto es lo que se llama ciencia empírica. Resolvemos un problema probando hasta ajustar la teoría a la realidad, aunque no sepamos qué demonios significa esto.
Algo parecido le pasaba al modelo de Böhr del átomo. El modelo explicaba bien el espectro del hidrógeno, es decir, los tipos de luz que un átomo de hidrógeno podía emitir al calentarse. Pero los avances tecnológicos mejoraron los espectroscopios (los aparatos que hacen el espectro) y entonces los espectros cambiaron (se veían mejor) y ya el modelo no se ajustaba bien.
¿Cómo arreglarlo?. Fácil, hacemos algo parecido a lo que hizo PlancK: introducimos números que arreglan el problema. ¿Qué mejoran los espectroscopios otra vez?, No hay problema: metemos mas números y a correr. Le damos un nombre bonito (correcciones cuánticas) y listos.
Contado así esto no parece serio. Pero lo es. Hemos conseguido ajustar la teoría a la realidad. Hemos conseguido una ecuación que funciona, que explica la realidad, aunque no sepamos muy bien qué son esos números. Y eso nos lleva a conseguir cosas que mejoran nuestra vida, a conseguir objetivos en la realidad: fabricar aparatos nuevo, por ejemplo, que nos den una cierta utilidad.
Veamos un ejemplo real que explica lo que quiero decir. Primavera de 1943. Los aliados quieren destruir unos embalses en la cuenca del Rühr, una importante zona industrial de la Alemania nazi, durante la segunda guerra mundial. Los aviones dispararán torpedos, que se mueven unos cientos de metros en el agua antes de chocar con la presa y explotar. Pero hay una dificultad: los alemanes han extendido en el agua unas redes que atrapan los torpedos antes de chocar y evitan la destrucción de la presa.
¿Cómo evitar las redes?. A un ingeniero se le ocurre una idea, entre excéntrica y curiosa: disparemos bombas que reboten en el agua como las piedras planas que lanzamos a un lago. Las bombas recorrerán la distancia hasta la presa, “saltando” las redes. Después de mucho pensar como acabar con las presas, se decide que esa idea es la mas factible.
Manos a la obra. A partir de los conceptos físicos implicados se diseñan bombas que reboten y aviones modificados para que las suelten en el agua como nosotros hacemos con las piedras planas. ¿Funcionarán?. Probemos antes de arriesgar los aviones. Las pruebas no son satisfactorias. Así que los aliados recurren a la ciencia empírica: se van a un lago y prueban a lanzar las bombas desde diferentes alturas, con diferente velocidad del avión, distintos pesos de bombas y diversos ángulos de inclinación de entrada en el agua. Miden distancias recorridas, numero de rebotes y altura de los diversos rebotes.
Así logran ajustar los parámetros para conseguir el fin deseado: la destrucción de las presas. El resultado real: dos presas dañadas, dos presas destruidas y una totalmente inutilizada. No está nada mal.
Y esto es ciencia ( y tecnología) empírica. Funciona. Igual que la “h” de Planck, que hoy es una de las pocas constantes fundamentales de la ciencia y la naturaleza.

viernes, 23 de octubre de 2015

MIDIENDO EL UNIVERSO

Escribo por primera vez en el curso. No es que me haya aburrido del blog, es que el virus del profe vago no me ha atacado aún y mis alumnos de segundo de bachillerato me chupan la sangre, vampirizando mis horas de trabajo en casa (y en el centro, no crean). ¡Qué difícil es llevar adelante una física y una química de segundo, intentando dar la talla!.
Hoy aprovecho los días de asuntos propios remunerados, sin consecuencias por la ausencia a clase ,del alumnado (es decir, la huelga) para escribir el primer post. No puedo resistirme a contar una anécdota que me comentan los cinco alumnos que vienen a clase. Los pobres me dicen que una profesora (o profesor, no recuerdo) les ha hecho un examen pero que no pueden repetirlo, si les sale mal, con el resto de sus compañeros (que lo han atrasado por la huelga). Insisten y le dicen a la profesora que no es justo, ante lo que ella responde: “hay que atenerse a las consecuencias de venir un día de huelga”. Frase lapidaria donde las haya y que demuestra a las claras el grado de esquizofrenia en la que se ha instalado la educación andaluza, donde  los que se deben de atener a las consecuencias son aquellos que cumplen con su obligación básica.
Hablábamos, tiempo ha, en clase de Física de utilizar la tercera ley de Kepler para calcular la distancia de Marte al Sol, a partir de la distancia Tierra-Sol y del tiempo que tarda Marte en dar una vuelta alrededor del Sol. Explicaba yo que dicho tiempo es fácil de averiguar: no hay mas que ser paciente y ver cuánto tiempo tarda Marte en volver a estar en una misma posición. Pero Alfonso veía otra dificultad: ¿Cómo sabemos la distancia Tierra-Sol?, Y ya puestos :¿Cómo se mide la distancia a las estrellas, sin ley de Kepler?.
La primera medición astronómica fue hecha muy pronto. Aristarco de Samos e Hiparco de Nicea (300 aC y 150 aC, respectivamente) fueron capaces de calcular la distancia Tierra-Luna a partir de la sombra que la Tierra deja sobre la Luna en un eclipse de Luna. El cálculo, puramente geométrico, a partir de ángulos y el diámetro terrestre de Erastóstenes (otro filósofo griego mas antiguo) era excelente: 384.000 km (hoy 384.300 km).
Durante mas de 1.800 años no hubo ningún progreso importante, sobre todo porque el modelo geocéntrico impedía proponer algún método medianamente exacto para hallar otras distancias mas allá de la Luna. La aparición del modelo heliocéntrico de Copérnico en 1543 cambió la situación.
El método empleado para medir una distancia dentro del sistema solar se basa en el paralaje. El paralaje es un fenómeno fácil de entender y observar. Cuando un objeto está muy lejos de un fondo de observación (una pared de una habitación, por ejemplo) y lo observamos desde dos posiciones diferentes pero muy cercanas al objeto (relativa al fondo), nos damos cuenta que la posición del objeto respecto del fondo no es la misma. Si observamos un dedo cerca de nuestra nariz pero lejos de una pared, primero con el ojo derecho y luego con el ojo izquierdo,  nos parece que el dedo esta en posiciones diferentes respecto de la pared. Midiendo ángulos y sabiendo la distancia entre los ojos, podemos estimar la distancia del ojo al dedo.
En 1671 se usó el paralaje de Marte sobre el fondo de estrellas (observándolo desde dos ciudades diferentes como París y Cayenne, de distancia conocida entre ellas) para estimar la distancia a Marte y a partir de ella, la distancia Tierra-Sol. Estas medidas fueron corregidas usando el paralaje de Venus al pasar delante del Sol y en 1931 el del asteroide Eros. Se halla así que la distancia Tierra-Sol es de 149 millones de promedio (la órbita terrestre es una elipse).
La medida de la distancia Tierra-Sol abre la veda a medir distancias a las estrellas cercanas. Estas estrellas cambian ligeramente de posición respecto al fondo lejano de estrellas, vistas desde cualquier punto de la Tierra, cuando la Tierra está en puntos opuestos de su órbita. El paralaje de la estrella permite estimar su distancia a partir del diámetro de la órbita terrestre.
¿Y qué ocurre con las estrellas mas lejanas?, ¿y las galaxias?. Ya no vale el paralaje. ¿qué hacer?. Entonces Henrietta S. Leavitt sugirió la manera de hallar la distancia relativa entre ciertas estrellas especiales llamadas cefeidas. Una cefeida es una estrella cuya luminosidad (la energía que emite) varia de forma regular. Su luminosidad pasa por máximos y mínimos cada cierto tiempo. Y resulta que el periodo de la variación indica la luminosidad de la estrella. Es decir, dos estrellas variables cefeidas de igual periodo tienen la misma luminosidad.
¿Y qué pasa con esto?, os preguntareis. Pues pasa que si una cefeida  brilla el doble que otra cefeida de igual período (misma luminosidad) es porque está el doble de lejos. Y esto es un avance para medir grandes distancias de forma relativa (una galaxia con una cefeida está al doble de distancia de otra galaxia que tiene la cefeida de igual periodo pero la mitad de brillo), pero no sabemos la distancia real de ninguna de ellas.
Mas tarde los astronómos fueron capaces de hallar, cosa complicada de la que no voy a hablar, la luminosidad absoluta de las cefeidas, lo que permite calcular con facilidad la distancia a nuestro sol sabiendo el brillo de la cefeida (sabemos cómo disminuye la luminosidad de una estrella respecto de su distancia a nosotros).
Volvíamos a tener un método para hallar distancia estelares de estrellas, nebulosas y galaxias... siempre que estuviéramos hablando de cefeidas o galaxias con cefeidas..
Pero si una galalxia está muy lejana, entonces no podemos resolver la “mancha” de luz de las galaxias en estrellas individuales, ya que está demasiado lejos. No tenemos cefeidas entonces.
Hoy en dia el método para determinar la distancia de objetos estelares muy lejanos es el efecto doppler de corrimiento hacia el rojo. ¡Toma Ya!. ¿Y eso qué es?. El efecto doppler es algo que habéis experimentado, aunque quizás no erais conscientes. El sonido de una ambulancia es cada vez mas agudo al aproximarse y mas grave al alejarse. En términos científicos: la frecuencia del sonido (y su longitud de onda) cambia. Cuánto mas rápido se acerca la ambulancia mas cambia su frecuencia  y su longitud de onda (respecto a la del sonido en reposo).
 De la misma manera la luz de las estrellas de las galaxias se hace mas roja (aumenta su longitud de onda) cuando la galaxia se aleja y mas azul, cuando se acerca. Midiendo cuanto se ha “corrido al rojo” la luz de una galaxia respecto a la luz de nuestra estrella (que consideramos en reposo),podemos medir lo rápido que se aleja. Y como sabemos la distancia de algunas galaxias, podemos relacionar dicha rapidez de alejamiento con su distancia.

Y así tenemos una idea bastante clara de las distancias a los objetos que vemos, el universo visible, del que nos llega algún tipo de luz. ¿Sabremos algo alguna vez de esos objetos que deben existir mas allá del universo visible?.,

lunes, 29 de junio de 2015

EL TIEMPO EN EL ESPEJO

     Con este relato he vuelto a ganar el concurso de relatos del IES Llanes, esta vez ex-aequo con el otro participante que se presentó......                       

                                                     EL TIEMPO EN EL ESPEJO
                                                    
  Hubo una época en la que Dorian podía mirarse en cualquier espejo y ver siempre la misma cara joven y lozana, pero con las típicas marcas que el tiempo nos dibuja: una peca aquí, quizás un pequeño lunar allá.
   Pero en un cierto momento, que ya no recuerda, empezó a notar una extraña diferencia entre su imagen en el antiguo y desvencijado espejo que su bisabuelo guardó en el desván y el resto de cristales de la ciudad.
   El espejo del desván mostraba el paso del tiempo en su rostro y también, tuvo que admitir con estupor primero y resignación después,  el alma de un hombre en el que no se reconocía. Era un rostro flaco, deformado por una enfermedad que no sabría decir cual era, a pesar de ser él mismo un afamado médico. Lucía unas extrañas gafas y tenía un rictus permanente en su boca, por lo que muy extrañamente podría hablar, según su opinión. Pero lo mas terrible era el odio con el que los ojos de esa cara especular le miraba: un odio acérrimo, profundo. Un odio que no admitiría perdón de ninguna clase.  
    Por el contrario, los demás espejos mostraban a un hombre joven pero maduro, en esa edad de plenitud de forma e inteligencia del ser humano. Lo sorprendente era que esa imagen no variaba con el paso del tiempo, de forma que cuando la diferencia entre su edad real y la aparente fue demasiado evidente, no le quedó  mas remedio que irse a otra ciudad donde no le reconocieran y así disimular su secreto: el secreto de lo que a él le parecía la eterna juventud. Eterna juventud no buscada ni comprendida, pero real.
   Por supuesto, Dorian se llevó el espejo a su nueva residencia. Allí fingió tener una edad mucho menor que la que su cuerpo afirmaba y observaba cómo el paso de los años le quitaba poco a poco lo que de nuevo había construido: amigos, mujer, hijos. Era muy duro tener que desaparecer dejando atrás todo lo que había llegado a amar; pero nunca se atrevió a confesar a ningún ser querido lo que parecía ser su triste destino: ser siempre joven en un mundo de gente que envejece y muere.
   Y así  pasó Dorian mucho tiempo, repitiendo ciclos que terminaban con huidas sin explicaciones, sin una sola palabra de consuelo; dejando atrás mucho dolor. Y en el espejo la cara amargada de un ser enfermo y deforme, vivo pero muerto en vida. Su cara era la pura encarnación de una momia viviente; en la que sólo el brillo de sus ojos denotaba la inteligencia y el odio de su propietario.
    ¿Qué misterio temporal alentaba su secreto?. Dorian leyó mucho sobre lo que era el tiempo; pero poco sabía el hombre mas allá de la subjetividad de su paso y la inexorable cadencia de los minutos, días, años.
    Hasta que la ciencia empezó a saber algo mas. El tiempo había empezado una vez, no era ese río eterno que siempre ha fluido hacia adelante, sin principio y sin final; mirando siempre al frente, siempre al futuro, nunca al pasado.
    Un joven parecía saber mas sobre el tiempo que ningún otro sabio. ¿Podría ayudarle a comprender?,¿podría, quizás, enseñarle a dar de nuevo cuerda temporal a esa vida detenida en el mundo real, pero que avanzaba imparable en el otro lado del espejo maldito?.
                    ¿Qué es el tiempo?, ¿cuando empezó?- peguntó Dorian.
                    El tiempo señala el principio del universo. El big bang, el momento de la creación del universo, es el comienzo del tiempo- le explica el joven-. A partir de ahí el desorden del universo, su entropía, debe aumentar constantemente. Cómo el número de partículas en el universo es enorme, nos parece que el tiempo siempre fluye hacia adelante. No está permitido hacer ciertas cosas con el tiempo, porque significaría ir en contra de la flecha del tiempo, es decir, el aumento ineludible de la entropía, del desorden del universo.
                    ¿Y si yo le dijera que hay tiempos diferentes, tal vez mundos con flechas que apuntan en diferentes direcciones?.
                    Imposible.-contesta el joven.
Y Dorian le enseña las pruebas acumuladas de tantos años. Le habla del espejo y del cadáver viviente que le mira a través del otro lado.
                    Quiero ver el espejo- le dice el joven.
                    No es agradable de ver- contesta Dorian-. ¿No tiene bastantes pruebas?.
                    No, necesito mas. La magia nos hace ver cosas que nos parecen ciertas pero que no lo son- argumenta su interlocutor.
                    Bien, comprendo que necesite ver para creer de verdad-.admite Dorian.

Asi que Dorian vuelve al dia siguiente y desempaqueta el espejo en la casa del joven. Lo cuelga de la pared y cuando se acerca a él, para su sorpresa, no aparece la cara avejentada de su terrible gemelo temporal, sino una silla de ruedas vacía en una habitación lúgubre, oscura, con una puerta sencilla y cerrada.

                    No refleja mi imagen. ¡Solo una silla vacía!- exclama Dorian.
                    Me acercaré- dice el joven.
Y al acercarse ambos contemplan no sus imágenes, sino la silla vacía en la misma habitación en la que se encuentran ahora mismo.
                    Esto no es un espejo- comenta el joven- mas bien parece una ventana a otro universo paralelo, conectado con usted de alguna extraña manera.
                    ¿Si rompiéramos la conexión podría seguir una vida normal?- pregunta Dorian.
                    Como comprenderá no puedo saberlo sin investigar y pensar a fondo sobre el asunto- replica el joven.
                    Le daré tiempo y le daré el espejo. Pero es algo sólo entre usted y yo.- le insiste Dorian.
                    No se preocupe, cuando no está usted el espejo se comporta con la mayor normalidad y no tengo intención de que me tomen por loco.
                    Ya le llamo cuando sea capaz de saber algo mas...

      Tiempo despúes Dorian y el joven se reúnen otra vez en la misma habitación.

                    ¿Ha cambiado algo mas en el espejo?- pregunta Dorian-. ¿Me puede ayudar ahora?.
                    El espejo está igual.- contesta el joven- pero es curioso que ahora el espejo refleja la luz de forma normal a menos que sea yo el que se pone delante de él. Sólo yo veo la silla. Debe de haberse creado una conexión entre mi y el universo paralelo a través de usted.
                    No sabría decirle porqué pero es así- continua el joven-. Sólo cuando yo miro se ve la silla igual. Sin cambios.
                    ¿Y eso que significa?- insiste Dorian.
                    Nada en principio. Tenemos una conexión y nada mas.
                    Pero he pensado que podemos intentar pasar a la habitación del espejo- dice el joven. Si aplicamos un arco de elevada energía alrededor del espejo es posible, según mis cálculos, forzar la entrada a través del espejo. Como una puerta entre dos universos.
                    ¿Y quién irá?- pegunta Dorian.
                    Usted, naturalmente- contesta el joven- yo no arriesgaré mi vida y además debo controlar el proceso desde aquí.
                    De acuerdo- dice Dorian.

El arco de energía alrededor del espejo brilla con una aurora azul y Dorian entra a través de el. Allí está la silla y mas allá otra puerta. Cuando mira otra vez hacia atrás ve otro espejo igual a su viejo enemigo. Pero este sólo refleja su imagen en la habitación de la silla de ruedas. Un espejo normal y corriente. Solo eso. Nada mas.
Al cabo de muchas horas, un desconcertado y resignado Dorian abre la puerta y la traspasa hacia otra vida en otro tiempo.
El joven mira como Dorian se esfuma en otro universo y, tras un pequeño fulgor, observa como el espejo se oscurece por un momento y refleja la habitación en la que se encuentra. Y nada mas.     Prueba en otra habitación y nada anormal ocurre.
Después de dias de pruebas se convence de que nada puede hacer y que es mejor no decir nada de lo ocurrido.
Años mas tarde, con una mano casi inútil, al cerebro del ya no tan joven Stephen Hawking le asalta la duda. Va a visitar al viejo espejo y con manos temblorosas rasga los papeles que lo cubren.
Y al ver su imagen reflejada, contempla horrorizado a un rostro joven y sin secuelas de enfermedad. Comprende que su vida se desliza irremediablemente hacía muchas décadas de sufrimiento, encerrado en un cuerpo inútil del que su privilegiado cerebro nunca será capaz de escapar. Lo sabe con la misma certeza con la que es consciente de que en ese mismo instante, a muchos años en el pasado, un extrañado Dorian contempla su joven rostro en ese mismo espejo que los atará hasta el fatídico momento en el que Dorian entre en una habitación con una silla, su silla, en otro tiempo, en otro mundo.


miércoles, 17 de junio de 2015

¿QUÉ OPTATIVA HAGO EN SEGUNDO DE BACHILLERATO?


   Termina un duro año de trabajo para los alumnos de primero de bachillerato. Todos estamos cansados (yo mas que nadie, que para eso soy el mas viejo del lugar), pero sonreímos al intuir la luz del verano que se aproxima. Tardes de sol, largos dias de vagancia, de sueño, de mucho hablar con los amigos, de risas, quizás de baños en la playa...
    Pero antes de eso, a los alumnos que han hecho bien su trabajo les queda una elección muy importante que hacer. Una elección de la que puede depender en gran medida su futuro: ¿Qué optativa elijo en segundo de bachillerato?.
   Porque segundo de bachillerato es un curso esencial que marca profundamente el futuro académico de la persona que desea realizar estudios universitarios. Es un curso duro, muy duro; casi con toda seguridad el curso que requiere una mayor dedicación y esfuerzo en lo que les resta de vida formativa (sólo comparable, salvando las distancias, a realizar un examen del MIR o preparar una oposición fuerte).
   En segundo de bachillerato no basta con obtener una notita que salve los muebles. Ahora tenemos que competir con todos los alumnos andaluces para obtener esa nota de acceso en la selectividad que nos permite entrar en tal o cual facultad (y ni te cuento si queremos un doble grado).
   Y además no podemos perder de vista el hecho de que hay muchas carreras esperando, un gran abanico de posibilidades que no podemos descartar de un plumazo eligiendo optativas que nos puedan restringir la elección.
   ¿Cómo no equivocarme? Intentaré ayudar con este post.
   A mi entender hay que comenzar respondiendo a una pregunta básica: ¿somos resultadistas o apostamos por la formación?.
   A los primeros les interesa estrictamente el resultado a obtener, es decir, una nota que nos permita entrar en la carrera elegida a toda costa, sin mirar si la optativa elegida me sirve para afrontar esos estudios superiores que queremos hacer. En este caso elegiremos una optativa con poca exigencia en contenidos, lo que me permitirá obtener una muy buena nota durante el curso y la selectividad. Además me libera tiempo para dedicar otras asignaturas.
   No es un mal plan, si somos conscientes de dos cosas: tendremos que estudiar mas durante las carreras en esas asignaturas de las que no tenemos nivel (no la hemos elegido como optativa en bachillerato) y que podemos quedarnos sin plan B si no conseguimos a pesar de todo entrar en la carrera elegida.
   Pongamos un ejemplo típico basado en mi experiencia. Queremos hacer medicina y elegimos historia de la música en vez de física. Si no entramos en medicina nos hemos creado un problema importante si pretendemos hacer una ingeniería (que era el plan B).
   Y perdemos mas cosas. Si hacemos física ampliamos nuestras habilidades matemáticas (que estamos trabajando constantemente en física), desarrollamos nuestra capacidad de abstracción y resolución de problemas y somos capaces de comprender mas y mejor muchos aspectos de otras asignaturas de ciencias; como química (enlaces, átomos), biología (impulsos nerviosos, forma de trabajo de músculos), electricidad y otras.
   Por cierto.. ¿hemos valorado el aumento de notas en estas otras asignaturas por cursar la asignatura mas útil,en vez de la mas cómoda?.
   Por el contrario las personas que buscan formación eligen su optativa sólo en función del tipo de carrera que tienen en mente realizar. Así si quiero hacer la carrera de química, resulta imprescindible elegir física de optativa, dado que me enfrentaré a varias asignaturas relacionadas con la física (Física I y II, Química Física I, II y III y Ampliación de Química-Física).
  ¿Cual es la mejor opción?. Pues todo depende de los objetivos que persigamos y de  nuestra capacidad para afrontar asignaturas complicadas.
   Si la carrera elegida tiene una baja nota de corte ,entonces debemos buscar únicamente nuestra formación. En la universidad de Sevilla la nota de corte de química (2013-2014) fue de 7'77 y 6'45 para matemáticas. Basta con aprobar la selectividad (contando con las asignaturas de modalidad para subir la nota de admisión) para entrar en estas facultades; por lo que si queremos ser matemáticos elegiremos física (física I y II en el plan de estudios de matemáticas) o bien estadística o algo de informática (hay computación en el plan).
   Si la nota de corte es alta, buscaremos un equilibro entre resultado y formación. Si vamos a una carrera relacionada con la salud (medicina, enfermería) y la física me resulta imposible, entonces elegiré otra optativa que también me sirva para el futuro y que me ayude en el presente, como estadística. Y siempre tendré presente el plan B, no vaya a ser que después no entre y no pueda acceder a esa carrera que a lo mejor también me puede apetecer realizar (como óptica, que requiere mucha física).
   Son elecciones difíciles que alguno de vosotros tendrá que hacer con mucho cuidado, valorando todos los pros y los contras: facilidad de obtener una anota alta, nota de corte de la carrera que quiero, futuras careras que puedo querer hacer, conocimientos y habilidades que debo de adquirir y me ayudan o me harán falta, etc.
   Pero yo siempre aconsejo priorizar la formación. La formación es siempre el camino mas correcto. En la vida los atajos fáciles para alcanzar los objetivos a corto plazo no compensan. Siempre es mejor andar los caminos que nos llevan con mayor seguridad a conseguir los objetivos a largo plazo. Bien los sabemos aquellos que tenemos mas experiencia (ya sabéis eso de que mas sabe el diablo por viejo que por diablo).

P.D.: agradecería a lo lectores que comentasen este post, especialmente a mis antiguos alumnos (si me leéis, claro) que están este año en la universidad, ya que bien puedo estar equivocado en mis apreciaciones. Y el objetivo del post es ayudar a elegir a mis alumnos actuales (o a quién me lea que esté en esta circunstancia) y no a sentar cátedra.